Lo que ocurre después de la lavadora es tan importante como lo que ocurre dentro. Es crucial priorizar el uso del tendedero por encima de la secadora. El calor daña muchísimo la ropa, y la secadora es la némesis de las prendas menos resistentes. Al tender es conveniente buscar los pliegues de la ropa para colocar las pinzas: axilas en camisetas, e ingle en pantalones.
Otra mala práctica es tender las prendas durante la mañana, con el argumento de que “hace sol”, porque precisamente la luz directa del sol es lo peor que puede sentarle al color, sobre todo en ropa oscura. La luz solar directa hace que las prendas se acartonen y pierdan el color. Es mucho mejor tender por la mañana y quitar la ropa cuando el sol incida directamente, o esperar incluso a una hora de la tarde en la que el sol esté ya de retirada. Las camisas es conveniente secarlas en su percha, para que no se deformen.